Y como ya no sé cuando creerle no le creo nunca, o le creo siempre, y entonces nunca y siempre hay algo mal. ¿Su mamá nunca le contó el de Pedro y el Lobo?
Quería comentarle estas dos recomendaciones: La segunda es que nunca se fije en los detalles, la gente se enamora de los detalles (por ejemplo en como huele el pelo, o como se muerde los dedos cuando ataca el nerviosismo, o el lunar que tiene cerca del labio). Si no quiere enamorarse (que por lo visto usted no quiere) no se fije en los detalles, pero si sí quiere, fíjese. Y yo siempre recomiendo enamorarse (Esa es la primera).
Pero no sé, ahora yo tampoco estoy segura de si estoy hablando en serio o no, ya sabés como dicen... dime con quién andas...
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