Es un misterio, el placer de buscar formas en las nubes.
Será porque creo en las hadas.
Misteriosos para mí, son también los días fríos, cuando al viento le entra el berrinche y se niega a ver a la gente peinada. Son perfectos eso días para acompañarse por nadie. Y para ver pasar a la gente con las manos en los bolsillos o agarrandose el abrigo cerca del cuello. Es como si no fuera Costa Rica, es como entrar al cine. O como aparecerse en Berlín. Yo es que tengo flashbacks futuristas.
Es un misterio el placer de las burbujas.
Será porque creo en los duendes. Y en las partituras.
Y en los amigos...
Y es que hay gente de gente, pero hay gente única, e irrepetible. Y con la que se pasa tanto tiempo que hasta se me ondula el pelo, o se me mutan las palabras y las frases. Y parte de mi es también ser un poco como usted. Y a la que se quiere con locura, que hasta el orgullo no vale nada.
Y por eso es que me gustaría la idea de ser su amiga, nada más, ya se sabe. Por eso, porque hay gente irrepetible y yo soy una de esas. O sea usted también, pero yo más, y pareciera que no hay campo en su agenda. Y no es que me haya cansado. Es que le toca buscar campo en el calendario y después llevarme al parque de la paz.
Será porque creo en los papalotes.
O si no, no... y pues nada. Será porque creo en mis soles.
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