-Está bien- dijo Gigi- ¿De quién?
-De Momo y Girolamo, si puede ser- contestó Momo.
-¿Y cómo ha de llamarse?
-Acaso... ¿El cuento del espejo mágico?
Gigi asintió, pensativo:
-Eso suena bien, veamos que pasa
(...) "Como no encontraba otra solución, decidió mirarse por fin en el espejo. Porque pensaba: a lo mejor el espejo llevará mi imágen hasta el príncipe. Puede que mire casualmente hacial el cielo, cuando pasa el espejo, y verá mi imagen. Acaso siga el camino del espejo y me encuentre aquí." (...)
Momo
de Michael Ende
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