Este poema me lo pasó un amigo en el momento indicado... Gracias Jeff!!
La desiderata de la felicidad...
“Camina plácidamente entre el ruido y las prisas,
y recuerda que la paz puede encontrarse en el silencio.
Mantén buenas relaciones con todos en tanto te sea posible, pero sin transigir.
Di tu verdad tranquila y claramente;
Y escucha a los demás,
incluso al torpe y al ignorante.
Ellos también tienen su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas,
pues son vejaciones para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
puedes volverte vanidoso y amargado
porque siempre habrá personas más grandes o más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros, así como de tus planes.
Interésate en tu propia carrera,
por muy humilde que sea;
es un verdadero tesoro en las cambiantes visicitudes del tiempo.
Sé cauto en tus negocios,
porque el mundo está lleno de engaños.
Pero no por esto te ciegues a la virtud que puedas encontrar;
mucha gente lucha por altos ideales
y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tu mismo.
Especialmente no finjas afectos.
Tampoco seas cínico respecto al amor,
porque frente a toda aridez y desencanto,
el amor es tan perenne como la hierba.
Acepta con cariño el consejo de los años,
renunciando con elegancia a las cosas de juventud.
Nutre la fuerza de tu espíritu para que te proteja en la inesperada desgracia,
pero no te angusties con fantasías.
Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Más allá de una sana disciplina,
sé amable contigo mismo.
Eres una criatura del universo,
al igual que los árboles y las estrellas;
tienes derecho a estar aquí.
Y, te resulte o no evidente,
sin duda el universo se desenvuelve como debe.
Por lo tanto, mantente en paz con Dios,
de cualquier modo que Le concibas,
y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones,
mantente en paz con tu alma
en la ruidosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, cargas y sueños rotos,
éste sigue siendo un hermoso mundo.
Ten cuidado y esfuérzate en ser feliz”.
domingo, 25 de noviembre de 2007
domingo, 4 de noviembre de 2007
Había una vez...
Cuentan que había una vez un rey muy apuesto que estaba buscando
esposa. Por su palacio pasaron todas las mujeres más hermosas
del reino y de otros más lejanos; muchas le ofrecían además de su
belleza y encantos muchas riquezas, pero ninguna lo satisfacía
tanto como para convertirse en su reina.
Cierto día llega una mendiga al palacio de este rey y con mucha
lucha consigue una audiencia. "No tengo nada material que
ofrecerte; solo puedo darte el gran amor que siento por ti" le dijo
al rey " puedo hacer algo para demostrarte ese amor" Esto
despertaría la curiosidad del rey, quien le pidió que le dijera que
sería eso que podía hacer." Pasaré 100 días en tu balcón, sin comer
ni beber nada, expuesta a la lluvia, al sereno, al sol y al frío de
la noche. Si puedo soportar estos 100 días, entonces me
convertirás en tu esposa".
El rey, sorprendido más que conmovido, aceptó el reto. Le dijo
”acepto. Si una mujer puede hacer todo esto por mí, es digna de
ser mi esposa". Dicho esto, la mujer empezó su sacrificio. Empezaron a
pasar los días y la mujer valientemente soportaba las peores
tempestades... muchas veces sentía que desfallecía del hambre y
frío, pero la alentaba imaginarse finalmente al lado de su gran
amor. De vez en cuando el rey asomaba la cara desde la comodidad
de su habitación para verla y le hacía señas de aliento con el pulgar.
Así fue pasando el tiempo... 20 días...50... la gente del reino estaba
feliz, pues pensaban "por fin tendremos una reina!!"... 90
días... y el rey continuaba asomando su cabeza de vez el cuando
para ver los progresos de la mujer. "esta mujer es increíble"
pensaba para si mismo y volvía a darle alientos con señas.
Al fin llegó el día 99 y todo el pueblo empezó a reunirse en las afueras del
palacio para ver el momento en que aquélla mendiga se
convertirá en esposa del rey. Fueron contando las horas... a las 12 de la
noche de ese día tendrán reina!! ... la pobre mujer estaba muy
desmejorada; había enflaquecido mucho y contrajo enfermedades.
Entonces sucedió. A las 11:00 de la noche de aquél día 99, faltando
a penas una hora para que llegara el día 100, la valiente mujer se
rindió... y decidió retirarse de aquel palacio. Dio una triste
mirada al sorprendido rey y sin decir ni media palabra se
marchó. La gente estaba conmocionada!! Nadie podía entender por qué
aquella valiente mujer se había rendido faltando tan solo 1 hora
para ver sus sueños convertirse en realidad!! Había soportado
tanto!!
Al llegar a su casa, su padre se había enterado ya de lo
ocurrido. Le preguntóó: "por qué te rendiste a tan solo instantes de ser la reina?"
y ante su asombro ella respondió: "Estuve 99 días y 23 horas en su balcón,
soportando todo tipo de calamidades y no fue capaz de liberarme de
ese sacrificio. Me vio padecer y solo me alentaba a continuar, sin
mostrar siquiera un poco de piedad ante mi sufrimiento.
Esperé todo este tiempo un atisbo de bondad y consideración que nunca
llegaron. Entonces entendí: una persona tan egoísta, desconsiderada y
ciega, que solo piensa en sí misma, no merece mi amor.
Moraleja: Cuando ames a alguien y sientas que para mantener a
esa persona a tu lado tienes que sufrir, sacrificar tu esencia y hasta
rogar... aunque te duela, retírate. Y no tanto porque las cosas se
tornen difíciles, sino porque quien no te haga sentir
valorado(a), quien no sea capaz de dar lo mismo que tu, quien no pueda
establecer el mismo compromiso, la misma
entrega... simplemente NO TE MERECE
esposa. Por su palacio pasaron todas las mujeres más hermosas
del reino y de otros más lejanos; muchas le ofrecían además de su
belleza y encantos muchas riquezas, pero ninguna lo satisfacía
tanto como para convertirse en su reina.
Cierto día llega una mendiga al palacio de este rey y con mucha
lucha consigue una audiencia. "No tengo nada material que
ofrecerte; solo puedo darte el gran amor que siento por ti" le dijo
al rey " puedo hacer algo para demostrarte ese amor" Esto
despertaría la curiosidad del rey, quien le pidió que le dijera que
sería eso que podía hacer." Pasaré 100 días en tu balcón, sin comer
ni beber nada, expuesta a la lluvia, al sereno, al sol y al frío de
la noche. Si puedo soportar estos 100 días, entonces me
convertirás en tu esposa".
El rey, sorprendido más que conmovido, aceptó el reto. Le dijo
”acepto. Si una mujer puede hacer todo esto por mí, es digna de
ser mi esposa". Dicho esto, la mujer empezó su sacrificio. Empezaron a
pasar los días y la mujer valientemente soportaba las peores
tempestades... muchas veces sentía que desfallecía del hambre y
frío, pero la alentaba imaginarse finalmente al lado de su gran
amor. De vez en cuando el rey asomaba la cara desde la comodidad
de su habitación para verla y le hacía señas de aliento con el pulgar.
Así fue pasando el tiempo... 20 días...50... la gente del reino estaba
feliz, pues pensaban "por fin tendremos una reina!!"... 90
días... y el rey continuaba asomando su cabeza de vez el cuando
para ver los progresos de la mujer. "esta mujer es increíble"
pensaba para si mismo y volvía a darle alientos con señas.
Al fin llegó el día 99 y todo el pueblo empezó a reunirse en las afueras del
palacio para ver el momento en que aquélla mendiga se
convertirá en esposa del rey. Fueron contando las horas... a las 12 de la
noche de ese día tendrán reina!! ... la pobre mujer estaba muy
desmejorada; había enflaquecido mucho y contrajo enfermedades.
Entonces sucedió. A las 11:00 de la noche de aquél día 99, faltando
a penas una hora para que llegara el día 100, la valiente mujer se
rindió... y decidió retirarse de aquel palacio. Dio una triste
mirada al sorprendido rey y sin decir ni media palabra se
marchó. La gente estaba conmocionada!! Nadie podía entender por qué
aquella valiente mujer se había rendido faltando tan solo 1 hora
para ver sus sueños convertirse en realidad!! Había soportado
tanto!!
Al llegar a su casa, su padre se había enterado ya de lo
ocurrido. Le preguntóó: "por qué te rendiste a tan solo instantes de ser la reina?"
y ante su asombro ella respondió: "Estuve 99 días y 23 horas en su balcón,
soportando todo tipo de calamidades y no fue capaz de liberarme de
ese sacrificio. Me vio padecer y solo me alentaba a continuar, sin
mostrar siquiera un poco de piedad ante mi sufrimiento.
Esperé todo este tiempo un atisbo de bondad y consideración que nunca
llegaron. Entonces entendí: una persona tan egoísta, desconsiderada y
ciega, que solo piensa en sí misma, no merece mi amor.
Moraleja: Cuando ames a alguien y sientas que para mantener a
esa persona a tu lado tienes que sufrir, sacrificar tu esencia y hasta
rogar... aunque te duela, retírate. Y no tanto porque las cosas se
tornen difíciles, sino porque quien no te haga sentir
valorado(a), quien no sea capaz de dar lo mismo que tu, quien no pueda
establecer el mismo compromiso, la misma
entrega... simplemente NO TE MERECE
viernes, 2 de noviembre de 2007
El descubrimiento del año!!
Navegando en You Tube un día encontré a la mujer mas LOCA de éste planeta, sí, incluso más loca que yo!... Y lo mejor tiene como mil videos para matarse de risa... éste es uno de mis favoritos:
Who's in that box??
Who's in that box??
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